Nos encanta recordar clásicos porque en automático recordamos momentos. “Empire” de Queensrÿche, llegó a nosotros cuando cursábamos la prepa, un muy buen amigo nos prestó este CD, perteneciente a su padre, a quien dedicamos esta reseña. Desde el primer momento que escuchamos este trabajo se convirtió en un obligado de escucha frecuente, pues su pureza de Heavy Metal, aderezado con algunos toques progresivos es muy interesante de escuchar.
“Empire” es uno de los clásicos de Queensrÿche, quienes llegaban encarrerados después del lanzamiento de su álbum “Operation: Mindcrime” (1988), rodeado de una excelente crítica y un éxito masivo rotundo. “Empire” deja de lado el conceptualismo de su predecesor para dar origen a un álbum más relajado, melódico y accesible.
Si te gusta el Heavy Metal y el Rock Progresivo, definitivamente “Empire” es para ti.
¿Qué podemos escuchar?
Ambición, madurez y consistencia. Es uno de los discos más consistentes que hemos escuchado, con esto nos referimos a que cualquiera de sus tracks es perfectamente identificable que pertenece a “Empire”, tanto en estilo musical, como en la producción. En este trabajo también escucharás uno de los bajos mejor grabados, a cargo de Eddie Jackson, muy presente, contundente y otorgando una base muy estable en todas las canciones, un gran acierto darle un alto grado de audición al instrumento, pues hace que el brillo de sus cuerdas, y su procesamiento se escuche a la perfección, como podemos comprobarlo en canciones como la abridora “Best I Can”.
El aspecto progresivo es discreto, pues se percibe que la banda quiso alejarse ligeramente del género para experimentar con un estilo más hacia lo “Iron Maiden”, cargado de un Heavy Metal que sin duda llegó a un público amplio para dar a conocer a la banda en un nivel más comercial. Y hablando de Rock Progresivo, la banda implementa cambios de tiempos muy bien estudiados y adaptados para “no espantar a las masas”, por ejemplo, los obligados del riff principal de “The Thin Line”. Cubriendo las necesidades tanto de los conocedores, como de los escuchas más relajados.
Encontramos a un Geoff Tate con un nivel y técnica vocal de amplio respeto, pero también regresando a los teclados, como lo hizo en el álbum anterior de la banda “Operation: Mindcrime”, lo cual también nos habla de que encontró el espacio en las canciones para hacerlo, debido a la disminución de aspectos técnicos del trabajo.
Empire: El balance de Queensrÿche
En “Empire” encontramos un balance muy disfrutable entre lo progresivo, lo pesado y lo melódico, una combinación que desde nuestro punto de vista únicamente las bandas con músicos de alto nivel pueden lograr, tal es el caso de Dream Theater con su álbum “Falling Into Infinity” (1997), o hasta el debut de Toto con su álbum homónimo (1978). Este tipo de bandas conocen tanto y tan de cerca tanto a la música, como a sus fanáticos, que logran satisfacer ambas necesidades: Las de ellos por continuar creando temas que les exijan, y las del público por escuchar música “Catchy”.
A pesar de que el disco fue lanzado en 1990, destacamos que la batería de Scott Rockenfield se escucha muy del principio de los años 80′, con una tarola enorme, bañada en reverberación, tal cual como si escucháramos una batería acústica grande, en un cuarto lleno de reflexiones acústicas, factor que combina muy bien con el bajo, pues la base rítmica es por demás consistente y pesada.
Las guitarras respetan la propuesta de la banda y realizan armonías entre si muy al estilo de Iron Maiden, como se puede escuchar en canciones como la pegajosa “Another Raining Night (Without You)”, donde también combinan su distorsión con guitarras limpias, cargadas de “Chorus”, también muy al estilo de los años 80′.
La balada que le cambió la vida a Queensrÿche
Muy a lo Kiss con su balada “Beth”, Queensryche rompió récord con “Silent Lucidity”, una Power Ballad que conquistó al público mainstream, uno de los más grandes objetivos de “Empire”, siendo a la fecha la canción más conocida de la banda, irónico, ya que no es la especialidad de Queensryche, pero también haciendo uso de un excelente estudio de mercado. Una vez más, un factor que lo acerca más a los años 80′, que a los 90′.
“Empire” es uno de esos clásicos que siempre es muy agradable escuchar, pues sin duda alguna es un disco lleno de calidad, con destellos de genialidades y con aspectos comerciales para todos los paladares. A destacar como un disco muy “Bajístico”, nos encanta que los productores saquen a relucir este instrumento tan hermoso.
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