Dream Theater se ha ganado el lugar de muchos por ser la banda más comercial de Rock y Metal Progresivo; 5 músicos fuera de serie que por más que lo intenten, la complejidad y la perfección musical corren por sus venas, son de las pocas bandas masivas que aún se dedican a estudiar música, aunque pudieran evitarlo, no se conforman y continúan lanzando muy buenos trabajos.
En 1997 su disquera EastWest, les pidió hacer algo más para la radio, algo mucho más digerible que sus álbumes anteriores “When Dream And Day Unite” (1989), “Images And Words” (1992) y “Awake” (1994), estos tres una maravilla realmente; posterior a estos y debido a la solicitud de su discográfico, Dream Theater lanza “Falling Into Infinity” en 1997, siendo el primer declive de su carrera, pues los fanáticos esperaban otra obra maestra.
A pesar de no ser de sus mejores creaciones, “Falling Into Inflinity” es un muy buen disco, una buena oportunidad para escuchar la era más “light” de la banda, misma que nos agrada bastante, pues a pesar de que lo intentan, no logran dejar a un lado su virtuosismo característico. Este sería el último disco de estudio con el magnífico tecladista Derek Sherinian, factor que lo hace más especial.
¿Qué podemos escuchar?
Una banda que no deja sus raíces, escuchamos composiciones de excelente manufactura que se acercan más al Hard Rock para crear secciones más pesadas y profundas como el riff inicial de “You Not Me”, esto lo combinan con esos característicos poli-ritmos que reafirman su identidad progresiva.
John Petrucci (guitarra) experimenta con efectos de guitarra clásicos como el flanger o el wah para darle un color reconocible a su guitarra en este disco, asimismo, economiza su habilidad para fungir la mayor parte del álbum como un guitarrista rítmico. Mike Portnoy (Batería) adorna el disco con un groove rebelde que no teme a improvisar con fills que se le ocurrieron en el momento directamente desde el sentimiento, este disco le cayó como anillo al dedo para poder experimentar más con el Rock puro del que siempre ha sido fanático, dejando un poco de lado el progresivo. John Myung (Bajo) tiene la oportunidad de salir más al plano principal puesto que las figuras complejas disminuyen en este trabajo, por ejemplo su riff de apertura en “Burning My Soul”, Derek Sherinian (Teclados) se escucha muy suelto, sin la necesidad de competir con John Petrucci y por último James Labrie hace lo propio en la voz, relajándose de todo el desgaste que tuvo en sus álbumes anteriores. Por todo lo anterior decimos que “Falling Into Infinity” es una versión relajada de la banda, un descanso de toda la exigencia de sus primeros lanzamientos.
Nos gusta mucho que hay canciones como “Burning My Soul”, “New Millenium”, “Lines in the Sand” o “Just Let Me Breath” que tienen un aire muy rockero que nos hace mover la cabeza de un lado hacia al otro, o como se dice cotidianamente “Matear”, pero lo interesante aquí es que vemos tintes progresivos en los tiempos que adornan muy bien las canciones y demuestran que la banda solo se está tomando un descanso, sin dejar de mostrar sus habilidades, como en el puente de “Just Let Me Breath”, donde la banda muestra una masterclass de teclados y guitarras.
La parte emotiva de Falling Into Infinity
Las baladas de Dream Theater siempre han sido uno de sus fuertes, “Falling Into Infinity” no nos decepciona y nos presenta dos canciones que muestran la parte emotiva de la banda, la primera de ellas “Hollow Years”, con unas guitarras acústicas muy ad hoc y una línea de voz muy recordable, esta era la primera vez que la banda se animaba a mostrar esta versión más comercial orientada hacia el pop/rock y lo lograron de muy buena manera.
La segunda balada que escuchamos es “Anna Lee”, una canción que cuenta con un dejo de melancolía guiado por el piano de Derek Sherinian, nos gusta mucho como la voz explota en el minuto 3:15, dejándole un momento muy especial a James Labrie donde demuestra su capacidad para llegar a tonos altos, asimismo cuando llega el momento del solo de guitarra, John Petrucci lo aborda más desde el sentimiento que del virtuosismo, siendo un pasaje instrumental muy comunicativo.
Y hablando de música instrumental, “Falling Into Infinity” nos presenta una de las mejores piezas instrumentales de Dream Theater en su carrera, “Hells Kitchen”, un track que inicia de forma misteriosa, pero cuando explota respira por si misma, fluye de una manera increíble tal cual lo hiciera un balde flotando con las olas del mar, aquí todos los músicos muestran su forma personal de abordar el álbum completo con su instrumento, John Petrucci liderando la canción con arpegios limpios, pero también con solos veloces, Derek Sherinian con sintetizadores ambientales y figuras progresivas, y tanto Mike Portnoy como John Myung fluyendo en la base de la pieza.
El espacio más progresivo de Falling Into Infinity
Es al final del álbum en el track “Trial of Tears” donde la banda toma el Rock Progresivo con mayor intensidad, no es coincidencia que este sea la última canción, pues nos imaginamos que la banda no estaba conforme con el resto del trabajo y quisieron componer un tema un poco más “Intenso” para cerrar con broche de oro. Aquí escuchamos uno de los mejores solos de Derek Sherinian con la banda, veloz, pesado y explotando al máximo los sonidos de sus sintetizadores.
Falling Into Infinity es un álbum diferente de Dream Theater, muy rockero y a la vez liviano, es una oportunidad para escuchar otra faceta de la banda que da variedad a su discografía, así como lo comentamos en lanzamientos como el Virtual XI de Iron Maiden, siempre es agradable escuchar a las bandas experimentando con nuevos sonidos y estilos.
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