En 2005, Avenged Sevenfold dio un giro radical a su sonido con City of Evil, dejando atrás el metalcore de sus inicios para abrazar un heavy metal más melódico e inspirado en los grandes del género. Con influencias de Metallica, Iron Maiden y hasta el espectáculo grandilocuente de KISS, el álbum se convirtió en un parteaguas para la banda y en un referente del metal moderno.
¿Qué podemos escuchar?
Desde los primeros segundos de Beast and the Harlot, el disco deja claro que Avenged Sevenfold está apostando por una producción más ambiciosa, con solos de guitarra virtuosos, estructuras complejas y una voz mucho más melódica por parte de M. Shadows. A lo largo del álbum, la banda despliega un arsenal de riffs épicos y arreglos instrumentales que recuerdan la era dorada del heavy metal, pero con un toque moderno y una energía arrolladora.
El éxito mundial:
Uno de los mayores éxitos del disco, Bat Country, es un homenaje directo a Fear and Loathing in Las Vegas y encapsula a la perfección el espíritu frenético del álbum. Con una velocidad imparable y un solo de guitarra digno de los mejores momentos de Iron Maiden, la canción se convirtió en un himno del metal de los 2000.
Su lado más agresivo:
Aquí la banda regresa a su lado más agresivo con una estructura caótica y una batería demoledora. La letra es un grito de desafío y rebeldía, mientras que la combinación de riffs rápidos y cambios de tempo la hacen destacar. Se siente como un homenaje a la velocidad del thrash metal clásico, pero con un enfoque más melódico.
Una balada perfecta:
En Seize the Day, la banda muestra su lado más melancólico con una balada que remite a las grandes power ballads de los 80, evocando a bandas como Guns N’ Roses y KISS. Con un solo de guitarra que podría compararse con los mejores momentos de Slash. La letra habla sobre la pérdida y el arrepentimiento, con una interpretación vocal cargada de sentimiento por parte de M. Shadows.
Un gran cierre:
Pero el disco no se detiene ahí, Trashed and Scattered y Burn It Down traen de vuelta la agresividad con baterías demoledoras por parte de The Rev y un trabajo de guitarras impresionante por parte de Synyster Gates y Zacky Vengeance.
El cierre con M.I.A. es una declaración de principios: una composición épica que mezcla virtuosismo, emoción y una narrativa intensa, consolidando a Avenged Sevenfold como una de las bandas más ambiciosas de su generación.
City of Evil no solo marcó la evolución de Avenged Sevenfold, sino que ayudó a redefinir el metal moderno al fusionar la agresividad del nuevo milenio con el virtuosismo y la grandeza del heavy metal clásico. Con este álbum, la banda demostró que podía estar a la altura de los gigantes del género, abriendo el camino para su consolidación como una de las agrupaciones más influyentes del metal contemporáneo.
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