Tras el rotundo éxito de “Reign In Blood” (1986) y “South Of Heaven” (1988), Slayer repetía la formula contratando al mítico productor Rick Rubin para trabajar también en “Seasons In The Abyss” (1990), el último álbum de Slayer con su alineación original, compuesta por Tom Araya (Bajo/Voz), Jeff Hanneman (Guitarra), Kerry King (Guitarra) y Dave Lombardo (Batería), después de que este último regresara a la banda en el 2006 para el álbum “Christ Illusion”.
Un lineup que nos gusta mucho, en parte por el toque latino que existía en la mitad de Slayer, pues Tom Araya es Chileno – Americano, y Dave Lombardo Cubano – Americano. En 1990 Slayer seguía conservando su popularidad con “Seasons In The Abyss”, vendiendo más de 813,000 copias, ayudados también por el entonces programa de televisión “Headbangers Ball” de MTV, donde se compartió en repetidas ocasiones la canción “War Ensemble”
Este sería a nuestro gusto, el último álbum clásico de Slayer, un disco con un sonido limpio, maduro y experimentado.
¿Qué podemos escuchar?
Una muy buena mezcla entre la velocidad de “Reign In Blood” y los grooves lentos de “Seasons In The Abyss”, acompañado de una producción de excelencia que enaltece los elementos del disco, un trabajo sumamente limpio a cargo del buen gusto de Rick Rubin, en especial en la batería de Dave Lombardo, quien sin lugar a equivocarnos, grabó el mejor disco de su vida, con arreglos llenos de groove y sobre todo velocidad… hasta dándose el lujo de tocar algunos solos como en “War Ensemble”.
Las guitarras de Kerry King y Jeff Hanneman están llenas de poder, también con una producción muy limpia a pesar de la distorsión llena de ganancia que se escucha en absolutamente todas las canciones. En Seasons In The Abyss escuchamos algunos de los riffs más épicos de Slayer, como por ejemplo “Blood Red”, “Dead Skin Mask” o la homónima “Seasons In The Abyss”, mismos que no faltan en sus conciertos en vivo.
Escuchamos a un Tom Araya muy agresivo en la voz, con un estilo que para este entonces era ya una franquicia de la banda. El único “pero” que tenemos de este último, es que nos hubiera encantado tener un bajo más audible, sin embargo esto sucede en la mayor parte de la discografía de Slayer, salvo uno que otro tinte posterior a este trabajo.
El equilibrio de Seasons In The Abyss
Para 1990, año en el que salió “Seasons In The Abyss”, la competencia de “ser el más veloz y el más pesado” se había terminado, las bandas pioneras del Thrash Metal, como Metallica o Megadeth, ya habían demostrado de lo que eran capaces en términos de brutalidad, lo cual abrió paso a que las bandas ampliaran sus horizontes y experimentaran con más elementos musicales.
Debido a lo anterior, Slayer incorporó las canciones “Down Tempo” a su catálogo de composiciones para este trabajo, donde escuchamos canciones muy pesadas y no necesariamente rápidas, por ejemplo “Expendable Youth”, “Dead Skin Mask”, “Blood Red” o “Skeletons Of Society“, sin embargo, el balance de este trabajo radica en el contrapeso que estas canciones tienen con temas como “War Ensemble”, “Hallowed Point” o “Born Of Fire” (esta última con una interesante mezcolanza de tempos), canciones que conservan su rápido y aniquilante Thrash Metal.
Y aquí la riqueza de “Seasons In The Abyss”, pues puede ser tan rápido o tan pesado como el escucha quiera. Nos agrada mucho el orden exacto en el que se presentan los tracks, pues es un recorrido que te lleva de la mano por varios paisajes claroscuros, donde la tensión y la relajación se juntan para dar origen a uno de los álbumes más pesados de la historia de la música.
Un cambio de temática
Slayer se enfocó en “Seasons In The Abyss” a hacer un poco de lado sus temáticas teológicas para hablar ahora de la peor maldad que existe: El ser humano, así como sus crisis, actos incoherentes, ideologías, y demás realidades que enmarcaron a este trabajo como una opinión social muy al estilo Punk, y muy de la banda, pues son fanáticos del género como lo demostraron en su muy álbum de covers “Undisputed Attitude” (1996).
“Seasons In The Abyss” es un clásico esencial que debe estar en la colección de todo Rockero, a destacar su magnífica producción, sus letras, sus riffs transgresores y la excelente ejecución de Dave Lombardo. Además, cuenta con una alineación que de haber sido perpetua, estamos seguros que les hubiéramos escuchado más álbumes como este.
¿Y tú qué opinas de este álbum? ¡Déjanos tus comentarios!