En 1989 la banda brasileña liderada por los hermanos Cavalera saludaban al mundo mendiante “Beneath The Remains”, poniendo en alto a Latinoamérica como un grande postor del Thrash Metal, demostrando que el género no se hacía únicamente en Estados Unidos y en Alemania, sino que Brasil tenía mucho que ofrecer.
Este álbum catapultó a la banda posicionándolos como uno de los grandes del Thrash, posteriormente coincidiendo en fechas con bandas del calibre de Slayer, Megadeth, entre otras.
¿Qué podemos escuchar?
Simplemente furia y velocidad incansable, con un constante ritmo de Thrash que no cesa, un sonido directamente sacado del purgatorio con una calidad que evoca al respeto. Sin duda alguno el trato con Roadrunner Records favoreció a este trabajo, pues a pesar de contar con un presupuesto pequeño para el mismo, se logró hacer una muy buena grabación que le dió a la banda un nivel de producción mucho más elevado, algo de lo que carecían sus dos discos anteriores, mismos que son excelentes, sin embargo el factor de la mala calidad de grabación hizo que no fueran tan disfrutables como “Beneath The Remains.”
A destacar la batería de Igor Cavalera que se escucha con una fuerza impresionante, como si su intención fuera destruir los parches del kit en cada una de las canciones, en especial en los ritmos rápidos, algo que quiso replicar el actual baterista de Slipknot, Eloy Casagrande (y que logró de maravilla).
En el disco podemos escuchar influencias de grandes bandas de Thrash, como por ejemplo Metallica en el outro de “Inner Self”, o inclusive Anthax en sus primeros álbumes con la rapidez de canciones como “Beneath The Remains”, entre otras, inclusive podríamos citar también a Megadeth con los riffs técnicos y melódicos de canciones como “Stronger Than Hate”, y que decir de Slayer, cuya influencia se encuentra en prácticamente todo el álbum. Sepultura logró tomar lo mejor de estas bandas gigantescas para consolidar su estilo propio.
Un power trío en el estudio
Una de las cosas más impresionantes de este disco, es que está grabado únicamente por tres integrantes de la banda: Andreas Kisser en la guitarra principal y el bajo, Igor Cavalera en la batería y por supuesto Max Cavalera en la guitarra rítmica y también en el bajo.
Mucha de la magia de este álbum radica en la velocidad de las guitarras, que así como la batería, también son incansables, pues mantienen por tiempos prologados un rasgueo por demás veloz, algo anteriormente propuesto por guitarristas rítmicos como James Hetfield de Metallica o Jeff Waters de Annihilator (Influenciado tremendamente por Hetfield). Asimismo las guitarras abren espacios de descanso con guitarras limpias como en “Mass Hypnosis”, dando paso a fragmentos más “dulces”.
Los solos de guitarra de Andreas Kisser son muy propositivos, en ocasiones demostrando una velocidad muy al estilo de Slayer, y en otros momentos aplicando su conocimiento musical para crear melodías en tonos fuera de lo convencional, haciéndose valer de escalas melódicas, algo que pudiéramos comparar auditivamente un poco con la música de medio oriente.
Un doble pedal en la batería a tope
A destacar también el doble pedal de Igor Cavalera, muy al estilo de Lars Ulrich en el álbum “And Justice For All”, audible y con patrones muy interesantes, así como lo podemos escuchar en “Sarcastic Existence”, que sin duda le da un cuerpo muy pesado al álbum.
Por último pero no menos importante, tenemos que mencionar la tremenda voz de Max Cavalera, que comparada con el famoso Big 4 Americano (Metallica, Anthrax, Megadeth y Slayer), es el único vocalista que logra romper la voz de una forma gutural brutal, sin llegar al pleno grito, logrando expresar a tope cada una de sus letras.
Beneath The Remains es un álbum imperdible que puso a Sepultura en un lugar de respeto muy pero muy alto, quedando en la historia como un trabajo excepcional de primer nivel.
¿Y tú qué opinas? ¡Déjanos tus comentarios!