A lo largo de los años, Led Zeppelin ha sido catalogada como una de las bandas más reconocidas a nivel mundial, y a pesar de que su discografía va desde 1969 hasta 1892, hoy en día siguen siendo referentes del género en todo el planeta. Nosotros los consideramos como una banda adelantada a su tiempo, cuatro músicos sumamente virtuosos que se salieron por completo de la caja para hacer cosas totalmente diferentes.
Hoy reseñamos “Houses Of The Holy”, uno de sus mejores álbumes, donde la banda tomó otro sonido, modificando sus influencias blues. Producido por Jimmy Page y mezclado por Eddie Kramer, uno de los productores más importantes en los 70, quien también trabajó con bandas del calibre de Kiss.
¿Qué podemos escuchar?
Una banda cansada de experimentar con el blues, para abrirse la puerta a nuevos horizontes, mismo que lograron magníficamente. Podemos ver el cambio de la banda hasta en el nivel visual, pues por primera vez se puede ver una portada limpia, sin texto, diseñada por uno de los colectivos más grandes del arte visual en el rock, Hipgnosis, quienes también han trabajado con bandas como Pink Floyd, Wings, entre otros.
A destacar las guitarras acústicas de Jimmy Page, presentes en la mayor parte de los temas, haciendo figuras y acordes fuera de lo convencional, asimismo, la genialidad de John Paul Jones está presente en todos los temas del álbum, sobre todo en las bases, pues cuenta con un gran trabajo en el bajo, los sintetizadores, órganos, entre otros instrumentos.
Es interesante como Led Zeppelin se abría a nuevos ritmos, por ejemplo en “The Crunge” donde claramente escuchamos una influencia funk, o bien en “D’yer Mak’er” donde se aprecia un ritmo de Reggae muy agradable.
La influencia progresiva de "No Quarter"
Para nuestro gusto, “No Quarter” es la canción que se lleva el disco, presenta una estructura completamente diferente al resto del álbum, inclusive en la distorsión de la guitarra, misma que se percibe un poco más saturada. Los sintetizadores la hacen ser muy ambiental y progresiva, asimismo, la duración de esta canción es más larga de lo normal, lo que mantiene expectante al escucha.
Creemos firmemente que esta canción abrió paso a la banda a experimentar con nuevos sonidos en sus álbumes consecuentes; Robert Plant (Vocalista) también juega un papel protagonista en esta composición, haciendo un uso extraordinario de la reverberación y el delay en la producción.
Hablando en general del disco, la participación de John Bonham en la batería es impecable, proponiendo ritmos fuera de lo convencional para la época, como lo hace en “The Ocean”, jugando con tiempos fuera de lo tradicional en el Rock setentero, mismo que se encasillaba en los básicos 4/4, Bonham lo hace tan bien, que juega con las diferentes posibilidades que los compases le otorgan, manteniendo un “Timing” perfecto. Recordemos que para este entonces la cuantización no existía, por lo tanto, todo lo que escuchamos en el álbum fue grabado tal cual, sin mayor edición.
Jimmy Page en uno de sus mejores momentos
No por nada Page es considerado uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos. Su influencia en Houses Of The Holy es por demás completa, presentando solos increíblemente trabajados, al igual que riffs, guitarras limpias, guitarras acústicas y una serie muy rica de acordes y figuras completamente estudiadas.
Houses Of The Holy invitaba al mundo del rock a experimentar y añadir al sonido de las bandas nuevos elementos que no necesariamente vinieran del blues; en su lanzamiento tuvo opiniones diferidas, pero al paso de los años ha sido uno de los álbumes más aclamados del rock, donde inclusive Rolling Stone lo ha colocado dentro de sus rankings.
Sin duda alguna, Led Zeppelin fue una banda adelantada a su época, esto debido a la profunda creatividad de cada uno de sus miembros.
