
Los sueños se cumplen, pero siempre hay que perseverar para lograr todo lo que nos proponemos. La banda angelina Guns N Roses lanzaba en 1987 su álbum debut “Appetite For Destruction“, uno de los discos más importantes de toda la historia del Rock, pero que su éxito no sería inmediato, pues hasta 1989 el álbum comenzaría a dar sus frutos seguido de una gira con la cual se darían a conocer, además de un importante esfuerzo de promoción y mercadotecnia.
Después de la perseverancia de la banda, un año después “Appetite For Destruction” comenzaría a romper récords, siendo actualmente el álbum debut más exitoso en toda la historia de la música, logrando más de 30 millones de ventas en todo el mundo.
Como dato curioso, Paul Stanley de Kiss estuvo a punto de producir el álbum, sin embargo la banda se negó, pues este quería cambiar varias cosas del kit del baterista Steven Adler.
¿Qué podemos escuchar?
Una revolución del Rock; una banda que marcaba el movimiento siguiente al Glam Rock y el Glam Metal, y a su vez, proponía modernizar el Hard Rock tradicional, tomando como influencia a bandas como Aerosmith, Led Zeppellin, AC/DC y hasta los Rolling Stones, principalmente en la forma en la cual tanto Izzy Stradlin y Slash abordaron los riffs de cada una de las canciones del álbum, modernizando el estilo con distorsiones más pesadas de lo usual, velocidad en los solos de guitarra, armónicos naturales y sobre todo, dos guitarras que realizarían cosas totalmente diferentes, dándole un toque estéreo muy característico al álbum.
Escuchamos en especial una influencia de Aerosmith, posiblemente su más grane inspiración, tanto en los riffs de guitarra divertidos como en el estilo vocal de Axl Rose, muy innovador para la época, con un rango vocal muy amplio que luce tanto en falsetes agudos, como en exhibiciones de una muy buena técnica vocal grave, como lo escuchamos en canciones como “Mr Brownstone”.
El bajo de Duff McKagan siempre está presente con un tono muy limpio, un bajista que no se limita y usa todo el brazo de su instrumento, y para muestra un botón, pues su intro en “Sweet Child O’ Mine” es posiblemente uno de los más reconocidos a nivel mundial. Muy bueno el juego rítmico que hace con el baterista Steven Adler, quien cumple con su función con un muy buen sonido que hace percibir a su batería grande, tal cual como si hubiera sido grabada en un estadio, para muestra de ello el intro de “Rocket Queen”

Una máquina de hits
Y es que en “Appetite For Destruction” escuchamos algunos de los éxitos que los hicieron multi millonarios, tales como “Welcome To The Jungle”, “Sweet Child O’ Mine”, “Nightrain”, entre otros, pero eso no es todo, para la grabación de este disco la banda ya tenía compuestas los temas “November Rain”, “Don’t Cry” y “You Could Be Mine”, compuestas por Axl Rose para su anterior banda “Hollywood Rose”, sin embargo, no se incluyeron en el álbum debido a su estilo balada. Estas canciones se publicarían posteriormente en los álbumes “Use Your Illusion I” y “Use Your Illusion II” en 1991.
En lo personal, disfrutamos más de los temas que no fueron tan populares, aunque decir eso sería un poco raro, ya que prácticamente todo el álbum tiene millones y millones de reproducciones. Canciones como “You’re Crazy”, “Anything Goes” y “Think About You” se nos hacen muy interesantes, sobre todo esta última donde podemos escuchar una influencia muy ochentera en las guitarras limpias del coro.
Por otra parte, otro factor a destacar en cuanto a propuesta, debemos destacar el ingenio percursivo de Steven Adler en la batería, pues en canciones como “Anything Goes”, o “Nightrain” no se limita a usar únicamente las piezas básicas de su kit, sino que añade un cowbell y hasta una especie de güiro.
