El rock de los años 80 es posiblemente uno de los más simbólicos en todo el mundo, pues la producción musical avanzaba y permitía que las bandas tuvieran a su disponibilidad la máxima tecnología posible, sumando a esto los presupuestos millonarios que existían anteriormente para el género.
Los ingleses Def Leppard son un claro exponente de la excelencia en rock ochentero, triunfando primero en Estados Unidos debido a que eran comparados con artistas de la ola inglesa de Heavy Metal como por ejemplo Iron Maiden, y posteriormente siendo un éxito en prácticamente todo el mundo gracias a su álbum “Pyromania” de 1983, un clásico que no pasa de moda.
¿Qué podemos escuchar?
Un sonido de Rock totalmente de los años 80′, patentado por Def Leppard, quien logró distinguirse con un sonido muy bien trabajado: Una producción muy limpia, pero también muy procesada, donde los efectos como el eco y el delay son clave para ellos, una serie de coros perfectamente bien afinados que complementan a las distintivas vocales de Joe Elliot, una batería cargada de envíos de eco (una vez más, muy al estilo de los años 80) haciéndola diferente por medio del uso de triggers en los tambores (reemplazadores de sonido acústico por digital), y como cereza del pastel, una serie de guitarras distintivas a cargo de un dúo de guitarristas sumamente reconocidos por su increíble técnica, sí, hablamos de Phil Collen y el lamentablemente fallecido Steve Clark.
Y es que la banda originalmente interpreta un excelente rock inglés, pero suaviza su sonido en ocasiones con un pop de mucha calidad, principalmente en los coros, mismos que son completamente memorables, dignos para ser cantados por miles de fanáticos en los estadios más importantes del mundo. Cuatro sencillos estuvieron en el billboard de Estados Unidos: “Photograph”, “Rock Of Ages” y “Foolin”, tres temas muy del gusto del público que acostumbraba escuchar a la radio.
Un sonido diferente en las guitarras...
El tono de las guitarras de Phil Collen y Steve Clark fue algo que para 1983 era innovador: Mantenían una constante distorsión, pero lograban endulzarlas por medio del delay y el reverb como efectos principales, dándole a “Pyromania” un tinte especial en su sonido, y que se perfeccionaría en sus producciones posteriores, tales como “Hysteria” o “Adrenalize”.
Además de las guitarras, los efectos de las voces también fueron algo innovador para la época, y que sería distintivo para la banda, basta con escuchar los coros de “Action Not Words”, “Die Hard The Hunter” o “Foolin” para captarlo en tan solo segundos. Hablando de la voz, podemos escuchar a un Joe Eliott a su máximo esplendor, alcanzando notas por demás agudas, e intercalando entre una voz rasposa, y otra melódica, con un timbre totalmente distintivo, factor que hizo aún más atractiva a la banda, otro punto más que los hizo diferentes al resto.
Asimismo, las composiciones son divertidas, pero con coros épicos, transmitiendo un sonido rockero muy liviano pero a la vez profundo, como por ejemplo el exitoso tema “Rock Of Ages” o “Billy’s Got A Gun”, donde inclusive podemos escuchar un bajeo con sintetizador que la hace escucharse aún más ochentera.
Un clásico lleno de calidad
“Pyromania” es un álbum épico que si lo escuchas por primera vez vas a notar que es un trabajo con un sonido diferente. Desde nuestra perspectiva, la producción fue algo de lo que hizo a este álbum llenarse de elogios por todo el mundo, pues absolutamente ninguna banda de rock logró sonar como este disco, mismo que representa a la perfección el sonido del rock en los 80′.
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