En The Rock Review hemos estado analizando últimamente excelentes trabajos de Death Metal, un género brutal cuyo clímax se dio en los años 90, influido por bandas como Possessed o los brasileños Sepultura (en sus inicios), dando origen a excelentes bandas, iconos del género como los mismos Death, Morbid Angel, Cannibal Corpse, entre otros, estos últimos nuestros favoritos en definitiva debido a la muy positiva evolución que han tenido conforme al paso de los años, produciendo una serie de excelentes álbumes. Para nuestro gusto Cannibal Corpse no tiene álbumes malos, por lo contrario, todos y cada uno de ellos nos parecen excelentes, siempre añadiendo toques novedosos con una brutalidad tremenda.
El Death Metal fue evolucionando rápidamente… en sus inicios muy permeados de elementos del Thrash Metal, y al paso del tiempo tomando varios elementos para refrescar lo que ya se conocía, principalmente en dos vertientes: 1.- La experimentación con disonancias más hacia el avant garde, como la banda francesa Gorguts en su álbum “Obscura”, y 2.- El enriquecimiento del sonido añadiendo toques progresivos y técnicos, como en este caso Cannibal Corpse.
Hoy comentamos “Kill”, el décimo álbum de Cannibal Corpse, producido por el magnífico guitarrista Erick Rutan, quien ha colaborado con bastantes bandas del género, como Morbid Angel, Hate Eternal, entre otras.
¿Qué podemos escuchar?
Brutalidad de inicio a fin, un sonido para volverse loco… rico en distorsión y en velocidad, simplemente una máquina diseñada para aplastar sin piedad. La producción es realmente magnífica, a pesar de la gran saturación que tenemos y que exige el género, todos los instrumentos se escuchan perfectamente, en especial el bajo de Alex Webster, un erudito del instrumento; nos encanta la forma en la que podemos escuchar cada dedo que pasa por las cuerdas de su bajo, cada golpe de slap y cada brillo de sus cinco cuerdas, aprovecha muy bien los espacios para hacer figuras complejas como en “Murder Worship” o en el intro de “The Discipline Of Revenge”.
Podríamos clavarnos y escuchar detalladamente cada figura de guitarra, con un estilo presentado muy pero muy complejo, solos llenos de velocidad y miles de notas que evocan a la locura, muy al estilo de Jeff Hanneman de Slayer. Con respecto a los riffs, estos siempre tienen una magia especial, y es por eso que nos gusta tanto “Kill”, la banda se enfocó en mejorar sus aspectos técnicos individuales, para sonar en conjunto como una banda que a leguas se nota su tremendo nivel musical, en este trabajo encontrarás muy buenos riffs de guitarra, que si eres guitarrista, en definitiva te servirá sacar algunas figuras como calentamiento, el plumilleo es perfecto, sin falla alguna y sin cansancio.
A pesar del sonido modernizado de la banda, la batería sigue siendo muy Old School, siendo esta quien define el tipo de pesadez de la banda conjunta, principalmente en pasajes veloces, pasajes downtempo, o la rica mezcla de los dos, como podemos escuchar en “Necrosadistic Warning”, abordando esta mezcla desde la forma más técnica y progresiva posible, algo que mantiene la escucha muy entretenida, pues este trabajo es todo menos repetitivo.
La voz de George "Corpsegrinder": Franquicia de Cannibal Corpse
Escuchamos a una de las voces guturales más profundas de toda la historia de la música, posiblemente en este trabajo en uno de sus mejores momentos, con una técnica perfecta que va de graves como si fueran emitidos en una cueva, a agudos intensos, un espectro vocal muy interesante para el género que ha fungido como influencia principal para todas las generaciones venideras. A pesar de que en The Rock Review rara vez nos enfocamos a analizar las letras, hemos de destacar que la dicción de “Corpsegrinder” es muy buena, y comprensible a pesar de su brutal voz gutural, con líricas que no son de nuestro agrado, pero que respetamos la tremenda congruencia que tienen con la música.
El groove está presente en Kill, en canciones como “Five Nails Through The Neck”, esos pasajes que te hacen “matear” hacia adelante y hacia atrás, una canción que nos gusta por su variedad de tempos que a pesar de su intensidad encuentran la forma de agarrar aire bajando la velocidad. El disco es tan brutal, que su canción más tranquila es pesada, sí, hablamos de “Death Walking Terror”, un tema donde disfrutamos al máximo la ganancia y distorsión de sus graves guitarras, con un sencillo ritmo de batería que demuestra que una canción no tiene que ser rápida para ser pesada, pero que después evoluciona para regalarnos un blast beat característico del género.
Cierre con broche de oro
“Kill” termina con una de las cosas que más disfrutamos en un disco de larga duración: Una pieza instrumental, una verdadera delicia que te deja con ganas de que este trabajo nunca acabe, hablamos de “Infinite Misery”, una pieza que no necesita letra para hacernos sentir la hostilidad del ambiente que a la banda le encanta proyectar, cargado de una exhibición de whammy en las guitarras a forma de experimentación, y un doble bombo rígido y macizo que rebota en la cabeza del escucha.
A destacar la trayectoria de Cannibal Corpse, una banda leal al Death Metal, a sus principios como banda y a su público, una agrupación que no le sabe fallar a un nicho de fanáticos que curiosamente en su mayoría son músicos, pues la complejidad que manejan en todos sus temas es impresionante.
Sin duda alguna encontramos únicamente excelencia en “Kill”. Si no eres muy afecto al Death Metal, es un disco que recomendamos como iniciación, sobre todo por la muy buena producción de éste, pues podrás apreciar muy bien todos los instrumentos. Te recomendamos que apliques una escucha activa, apreciando hasta el mínimo detalle, verás como tu experiencia será totalmente placentera.
¿Y a ti qué te parece este álbum? ¡Déjanos tus comentarios!