Annihilator es una banda por demás subestimada, que inclusive actualmente pudiera estar al nivel comercial de los grandes del Thrash Metal tanto americano como europeo, pues a lo largo de su carrera han lanzado grandes álbumes llenos de técnica y virtuosismo. Es Jeff Waters (Guitarrista y actualmente vocalista) el cerebro de esta agrupación, un fanático de la guitarra y la producción que desde muy temprana edad comenzó a estudiar para colocarse como uno de los mejores guitarristas de la escena, si no es que el mejor.
En 1989, Waters y compañía lanzaban Alice In Hell, un álbum que superaba en técnica a bandas como Testament, Megadeth o inclusive Metallica, pues el disco fue muy propositivo debido a su excelente técnica.
¿Qué podemos escuchar?
Si pudiéramos definir a este álbum con una palabra, esta sería precisión y técnica. Cada riff de guitarra y cada solo son muy pero muy propositivos, y complejos, donde inclusive tocarlos en pleno 2022 resulta un verdadero reto, el álbum es veloz y contundente, pero está perfectamente bien planeado para respirar y mantener al escucha expectante de lo que viene.
Un dato importante de este trabajo es que está acreditado con todos los miembros de la banda, sin embargo, únicamente fue grabado por Jeff Waters en las guitarras, bajos, mezcla y producción, Randy Rampage en la voz y Ray Hartmann en la batería, donde estos tres lograron dar vida a una obra maestra musicalmente hablando: El bajo toma en todas las canciones un rol de protagonismo cuando lo amerita, las guitarras son muy contundentes y armoniosas, donde podemos encontrar fragmentos de guitarra clásica, como en el intro “Crystal Ann”, o guitarras limpias muy agradables como en “Alison Hell” o “World Salad”, y las baterías están siempre presentes con una precisión impresionante, pues recordemos que para esta época se tenían menos recursos para corregir este tipo de detalles.
La voz de Randy Rampage cumple muy bien, sin embargo, no logró colocarse a través de los años como una voz icónica en el género, o inclusive como insignia de la banda, pues han cambiado en distintas ocasiones de vocalista.
La insignia de Jeff Waters
Con este álbum, Jeff Waters debutaba como uno de los mejores guitarristas del Thrash Metal, y también como uno de los más infravalorados, pues actualmente las masas consideran a guitarristas como Dave Mustaine o Kirk Hammett como los maestros del thrash, sin embargo, la falta de comercialización de Annihilator, los ha mantenido en un plano más underground, siendo una de las bandas menos conocidas del plano.
La armonías en la guitarra es algo realmente espectacular en este álbum, como en el solo de “Schizos (Are Never Alone)”, que a pesar de su rapidez, cuenta con un arreglo de armonía muy interesante. Asimismo, los cambios de tempo y silencios hacen de este álbum una obra de arte que realmente hay que prestarle mucha atención, pues su escucha no es tediosa, pero sí cuenta con muchos detalles muy pero muy interesantes, para muestra de ello basta con escuchar a detalle “Ligeia”.
A pesar de sus toques de tecnicismo, este trabajo cuenta con mucha influencia del blues rock, como por ejemplo bandas como AC/DC, inclusive Jeff Wakers menciona que su forma de tocar la guitarra se asemeja más a Angus Youg (AC/DC), que a guitarristas de alto calibre como por ejemplo Jeff Loomis (Actualmente con Arch Enemy).
Una escucha obligada para todos los amantes del Thrash
Sin duda una joya de álbum que está a la altura, o que inclusive supera a álbumes como el Rust In Peace de Megadeth o el Master of Puppets de Metallica; para una correcta escucha recomendamos mucho escucharlo con atención, especialmente a los potentes arreglos de guitarra y bajo de Jeff Walkers. Annihilator saca la casta por Canadá, un país lleno de recursos para crear arte y vivir de ello.
Y a ti ¿Qué te parece este álbum? ¡Déjanos tus comentarios!