Nos encantan esas historias donde las películas, o en este caso, los videojuegos se unen para marcar la vida de las personas. En nuestro caso pasó esto con Tony Hawk’s Pro Skater 3 en el 2001, uno de los mejores juegos de la saga del patinador profesional Tony Hawk, con un soundtrack de lujo que marcó nuestra vida, plagado de grandes canciones de artistas como Adolescents, Mötorhead, The Red Hot Chili Peppers, Ramones, entre muchos otros… pero en definitiva la canción que en ese momento más nos prendió fue “The Boy Who Destroyed The World” de A.F.I., con apenas 7 o máximo 8 años, nos daban ganas de aventar la Play Station 2 e iniciar un mosh pit con los peluches de nuestro cuarto.
“All Hallows” de A.F.I. nos remonta a esta nostalgia de la niñez que corroboraba que el rock venía incluido en nuestra sangre. Un EP de tan solo cuatro canciones con un espíritu Punk hecho para tomar tu mejor chamarra de cuero, comprar el gel con mayor fijación y hacerte un “Mohawk” para mover la cabeza y el cuerpo de un lado a otro.
¿Qué podemos escuchar?
Tan solo cuatro canciones de A.F.I. en su época más punk. Poder y juventud a la máxima expresión del término, el EP comienza con “Fall Children”, una canción que empieza de la forma más misteriosa posible, transportándonos al sentimiento de estrés y angustia al respirar el aire contaminado de un espantoso panteón, sin embargo cuando la canción explota es imposible quedarte quieto, la adrenalina comienza a correr por tus venas, incitándote a romper todo lo que encuentres a tu alrededor, impresiona la velocidad de la batería, la presencia irreverente del bajo, el ataque de los power chords de las guitarras y sobre todo la interpretación vocal de Dave Havok.
Algo que tiene este EP y en especial A.F.I. en su época Punk, es que a diferencia del mayor denominador de las bandas del género, se preocupaban por que la voz fuera poderosa, pero también muy bien interpretada, lo mismo con la producción, misma que es cruda, pero en ningún momento se escucha “Do It Yourself” o “casera”, todo lo contrario, a pesar de no contar con una sobreproducción, todos los instrumentos se escuchan muy claros, y como se dice popularmente “con mucho punch”.
Posteriormente llega el momento de “Halloween”, un cover de los Misfits, una canción que hace aún más “Horror Punk” a este trabajo; nos gusta mucho esta reversión por el aumento de velocidad que le dieron, además del muy lucidor intro de batería, realmente la hicieron muy suya, y sobre todo, revivieron una de las canciones más representativas del género. Al finalizar la canción, A.F.I. recurre una vez más a la ambientación, con un largo outro instrumental, atonal, diseñado específicamente para crear una tensión que evoca a la locura.
El clímax de All Hallows
En la tercera canción del EP llega el clímax de All Hallows con “The Boy Who Destroyed The World”, sin temor a decirlo, una de las obras maestras de la historia del Rock, con un bajo que nos recuerda mucho a Matt Freeman de Rancid, por demás presente y con un plumilleo que pareciera que va a acabar con las cuerdas del instrumento, un intro de batería sencillo pero con una velocidad que lo convierte en complejo, unas guitarras sabias que saben cuándo realizar power chords, cuando arpegios y cuando riffs, y para terminar, unos coros perfectamente bien afinados que engloban la química que A.F.I. tiene como banda. La melodía es muy “catchy”, representando muy bien una letra que nos quiere comunicar que nadie, absolutamente debe quitarnos nuestro brillo.
La magia se aumenta cuando llegamos al outro de la canción, un respiro para tanto poder que nos ofrecen en tan pocos minutos transcurridos, escuchamos un crescendo que explota a down tempo con un grito de Davy Havok complementado por los coros de su banda, es inevitable mover la cabeza de un lado hacia atrás, una forma distinta de demostrar el poder sin hacer uso de la velocidad. Una obra maestra que los llevó a ser parte del sound track de uno de los videojuegos más vendidos en la historia.
El EP termina con “Totalimmortal”, una canción que posteriormente fue reversionada por “The Offspring”, y que funge como un cierre y una recapitulación de todos los perfectos elementos que escuchamos con anterioridad, una vez más destacamos al bajo que a parte de apoyar los versos y al puente en solitario, aprovecha los silencios para hacer riffs. Un excelente cierre que representa la consumación de un muy sólido EP.
El máximo nivel punk de A.F.I.
“All Hallows” representa desde nuestro punto de vista el máximo pico de nivel musical que tuvo A.F.I. en su época punk, esto a pesar de que posteriormente lanzaron “The Art Of Drowning”, su último álbum de Punk puro, para posteriormente evolucionar como banda y transformar su sonido hacia las tendencias de años anteriores, donde destacamos que a pesar de estas mutaciones, la banda ha sido exitosa en todas sus facetas.
Este trabajo nos demuestra que no importa la duración de un álbum o un “EP”, la calidad no se ve expresada en minutos, sino en música meramente, a pesar de que “All Hallows” tiene únicamente cuatro canciones, logra conectar con un sentimiento muy especial del humano, esa conexión que el rock únicamente logra inyectar en el fanático de corazón.
¿Y tú qué opinas de este EP? ¡A nosotros nos encanta! Déjanos tus comentarios aquí abajo.